Descripción
Bodegas Señorío de San Vicente
D.O. Rioja (Rioja Alta)
 | Tempranillo Peludo. |
 | 20 meses de crianza en barrica de roble francés y americano. |
| Ficha de cata |
 | Color cereza picota, intenso, cubierto, de capa alta, con ribetes granates, brillante, abundante lágrima. |
 | Nariz concentrada, expresiva, tostados finos, torrefactos, café y cacao, especiados, incienso, vainilla, frutos negros bien maduros, notas florales, leves notas lácticas, recuerdos minerales. |
 | En boca es elegante, potente, perfecto ensamblado con la madera, estructurado, equilibrado, sin aristas.
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 | La fermentación alcohólica se realiza en tinas de roble y la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble, mayoritariamente francés (90%) y un porcentaje pequeño de roble americano (10%) para respetar al máximo la impronta del Tempranillo de la Sonsierra. El vino permanece un año en botella ganando finura y complejidad. |
 | Asados, cordero, carnes, embutidos curados. Guisos aromáticos de carne y ternera con setas. |
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El resultado de esta apuesta por la calidad y la singularidad es un vino que expresa las virtudes de una variedad, el Tempranillo peludo, en convivencia armoniosa con el suelo y el clima del terruño donde nace. El vino reposa en barrica nueva y se muestra en sociedad en una botella bordelesa troncocónica, vestida con una etiqueta pequeña y envoltorio de celofán, una estética innovadora en la Rioja de hace más de dos décadas como pionera fue la filosofía de la bodega. En definitiva, una presentación exclusiva para un vino excepcional, un nuevo clásico que une la intensidad frutal a la complejidad y a la longevidad.
Si nos remontamos a principios de los años 80, nos encontramos con la etapa en la que Guillermo Eguren comenzó a realizar una selección masal de cepas de la variedad tempranillo entre los viñedos más equilibrados y longevos de la explotación familiar. Escogió cepas con un escaso vigor y con una baja producción y tamaño de los racimos.
Unos años después, en 1985, en uno de los parajes de mayor altitud de la localidad de San Vicente de la Sonsierra, cercano al límite del cultivo de la vid, se realizó la plantación de una parcela de unas 18 Ha llamada La Canoca.
Esta privilegiada zona se caracteriza por una topografía escarpada con abundantes laderas orientadas hacia el sur, asentadas todas ellas en las faldas de la Sierra de Cantabria, que protege este enclave de los fríos vientos del norte.
El clima, Atlántico con matices Continentales, con un elevado gradiente térmico entre el día y la noche en la época de maduración, acompañado de un suelo arcillo-calcáreo, alcalino y una equilibrada proporción de materia orgánica convierten a esta finca en un lugar idóneo para el cultivo de un viñedo de gran calidad.
El viñedo está plantado en espaldera, con una alta densidad de plantación y una equilibrada producción cercana al kilogramo por cepa, obtenida mediante racimos y bayas de pequeño tamaño.
La vendimia se realiza en cajas y a la rigurosa selección de racimos en campo le siguen otras de racimos y bayas en sendas mesas de selección a la entrada de la bodega.
De esta parcela, en la añada 1991, nació el primer Señorío de San Vicente, un modelo de una bodega con un único tipo de vino, procedente de una única variedad plantada en un único viñedo (un viñedo, una variedad, una bodega, un vino).