Descripción
Bodegas Castillo de Perelada. Grandes Vinos
D.O. Ampurdán
 | Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Garnacha. |
 | 16 meses en barrica nueva francesa Allier. |
| Ficha de cata |
 | Rojo cereza intenso. |
 | Aroma profunda a fruta madura con un fondo especiado. |
 | Redondo, carnoso, estructurado y balsámico, acidez muy fresca, taninos muy maduros, excelente equilibrio, buen paso por boca, largo postgusto. Terroir, elegante pero con carácter 100% Mediterráneo. |
 | Uva seleccionada y recogida a mano. Vinificación en tinto, maceración larga, fermentación controlada a 24ºC. |
 | Carnes rojas y Carnes blancas con salsa, carnes rojas a la parrilla, embutidos, risottos, pato, quesos semicurados, estofados, setas, aves, asados, bacalo. |
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Paseaba Delfí Sanahuja por una de las fincas de la prestigiosa Bodega Castillo de Perelada, le habían encargado elaborar un vino distinto, excepcional, le habían pedido algo diferente dicho, corría el año 1998 y la Bodega pretendía hacer una serie de vinos de “Colección”, cada año se elaboraría algo totalmente distinto, algo que llevara en la botella alguna característica de cada pequeño rincón de la Ampurdá, así comenzó la colección aún vigente EX EX (Experiencias excepcionales), así se elaborarían un 100% Cabernet Franc, otro año un vino elaborado en barrica Francesa junto a otro en barrica americana, una Syrah muy vieja, un vino de una sola finca de Cabernet,… La Colección de vinos Ex Ex es actualmente cotizada y demandada por las bodegas de los mejores restaurantes de España, pero quizás muy poca gente sabe que el primer vino Ex Ex, el Ex Ex 1, viene de aquellos paseos de Delfí por una finca de suelo rojo, de una Garnacha joven, y que el osado enólogo apostó por esta finca de marcado carácter mediterráneo, para hacer un vino con una Garnacha joven que quedaría como el primero de esa seria de colección, el que fuera Ex Ex 1, quedaría eterno, al año siguiente se elaboró por primera vez Finca Malaveina, un vino elaborado por uva de una sola Finca “la mala vecina”, un vino de suelos de arena roja, marcado por la Garnacha, Mediterráneo, que llevará siempre el honor de haber sido el primero de la serie más excepcional de los Grandes Vinos de Perelada, un vino en el que se embotellaba un cachito de tierra mediterránea.
DESCRIPCIÓN
La elaboración de vino en el Castillo Perelada está documentada ya desde la Edad Media, tal y como lo atestiguan varios documentos y pergaminos de la época que se conservan en la biblioteca. Cuando Miguel Mateu compró este conjunto monumental en 1923 uno de sus principales objetivos fue la revitalización de esta tradición vitivinícola, una tradición que hoy se encuentra más viva que nunca y que ha incorporado la más moderna tecnología para elaborar unos vinos que sacan el máximo partido de los matices de los suelos y viñedos del Empordà.
Tres Generaciones
Miguel Mateu Pla fue una personalidad singular. Su padre, Damián Mateu, cofundador de los automóviles Hispano-Suiza, fue quien le inició en el mundo empresarial. Pero Don Miguel desarrolló además una vocación política que le llevaría a ser Alcalde de Barcelona y Embajador de España en París. Todas estas actividades le hicieron coincidir a lo largo de su vida con innumerables personajes públicos de talla internacional, tanto de la esfera política como cultural.
Precisamente en el mundo del arte y la cultura destacó de forma extraordinaria Miguel Mateu. Su admirable sensibilidad hacia las manifestaciones artísticas de la más diversa índole lo convirtió siendo aún muy joven en uno de los mayores coleccionistas de su tiempo. En 1923 compró el conjunto monumental del Castillo de Peralada, compuesto por el impresionante castillo que había pertenecido a los condes de Peralada, los jardines y un antiguo convento carmelita anexo.
A partir de ese momento, Don Miguel hizo de Peralada su particular centro de arte, reuniendo allí sus colecciones de vidrio, pintura, cerámica, etc. De esta manera, a lo largo de los años dio forma al Museo del Castillo que hoy abre sus puertas al público.
Arturo Suqué tomó las riendas de Perelada tras la muerte de su suegro Miguel Mateu en 1972. Durante decenios, lideró una profunda transformación basada en la obsesión por la calidad y con un objetivo fundamental: hacer de Perelada una de las bodegas más prestigiosas del país.
Fieles al amor que Miguel Mateu sentía por la cultura, Arturo Suqué y su esposa Carmen Mateu iniciaron el Festival del Castell de Peralada, un evento cultural reconocido internacionalmente.
Por su parte, Javier Suqué Mateu ha centrado su labor al frente de la bodega en una apuesta por los vinos de calidad, plantando y adquiriendo viñedos y formando un equipo de enólogos de gran prestigio. Cabe destacar además la importante labor realizada en el campo de la investigación, a través de la cual Perelada intenta aprovechar al máximo el enorme potencial vitivinícola del Empordà.